Alrededor de 50 millones de personas en todo el mundo sufren de demencia, dos tercios de ellas de Alzheimer o algún tipo de demencia. La buena noticia es que todo el mundo puede prevenir la demencia y reducir significativamente el riesgo de demencia a través de un estilo de vida saludable.
El ejercicio físico también activa tu cerebro
Además de la nutrición, la actividad física regular es una de las medidas más importantes para prevenir la demencia. El movimiento no solo mantiene el cuerpo en forma desde el cuello hacia abajo, sino también la parte superior del cuerpo.
El deporte tiene un efecto directo sobre la estructura del cerebro, entre otras cosas, estimulando la liberación de la hormona del crecimiento BDNF. Esto asegura que las nuevas células nerviosas puedan formarse y conectarse en red.
Por último, pero no menos importante, el ejercicio también mantiene bajo control muchos otros riesgos de demencia: presión arterial alta, diabetes, obesidad y estrés. Según los estudios, las personas activas tienen entre un 20 y un 50 % menos de probabilidades de desarrollar demencia que los sedentarios
Los expertos recomiendan al menos 150 minutos de actividad moderada (caminar, senderismo o marcha nórdica) por semana, o 75 minutos de ejercicio de intensidad vigorosa (natación, carrera o ciclismo).
Se recomienda hacer ejercicio tres o más días a la semana para las personas con movilidad limitada. Se considera adecuado el entrenamiento de resistencia aeróbica, el entrenamiento de fuerza o el entrenamiento multicomponente.