miércoles, mayo 8, 2024

Mayores de 60: Los 7 alimentos que no pueden faltar en tu dieta

En una sociedad cada vez más consciente de la importancia de una alimentación equilibrada y sana, la atención se centra en aquellas etapas de la vida donde la dieta juega un rol crucial, como es el caso de las personas mayores de 60 años. A esta edad, el cuerpo humano atraviesa por cambios significativos que requieren de un mayor cuidado nutricional para mantener un buen estado de salud y prevenir enfermedades.

Entre estas necesidades, algunos alimentos cobran especial relevancia, no solo por sus propiedades nutritivas, sino también por su capacidad para atender a las necesidades específicas de este grupo etario. Hoy traemos una lista de siete alimentos indispensables que deberían formar parte de la dieta regular de cualquier persona que haya superado la barrera de los sesenta años.

UNA FUENTE INAGOTABLE DE CALCIO

UNA FUENTE INAGOTABLE DE CALCIO

El calcio es un mineral esencial para la salud ósea, especialmente relevante en mayores de 60, ya que la densidad ósea tiende a disminuir con la edad. Los lácteos, como leche desnatada y quesos bajos en grasa, son ricos en calcio y vitamina D, lo cual favorece la absorción del mineral y contribuye a prevenir la osteoporosis. Otro gran aliado es el brócoli, que además de calcio aporta fibra y sustancias antioxidantes. El consumo de yogur natural también es recomendable por su contenido en probióticos, que benefician la flora intestinal y el sistema inmunológico.

Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de morbilidad en la población sénior. El consumo regular de pescados azules como salmón, sardinas o atún, ricos en ácidos grasos omega-3, contribuye a mantener unos niveles saludables de colesterol y a reducir la presión arterial. No debemos olvidar las semillas de lino y las nueces, que además de omega-3 aportan fibra y minerales esenciales, lo que potencia los efectos cardioprotectores de estos nutrientes.

ALIMENTOS CON ANTIOXIDANTES: ¡A POR TODOS!

La batalla contra los radicales libres es fundamental para retrasar el envejecimiento y prevenir enfermedades degenerativas. Alimentos como los arándanos, fresas y otras bayas, así como los cítricos, son ricos en vitaminas C y E, poderosos antioxidantes. Asimismo, el tomate resulta ser una excelente fuente de licopeno, otro antioxidante que ha demostrado ser beneficioso para la salud ocular y la prevención de ciertos tipos de cáncer.

La vitamina B12 y el ácido fólico son dos nutrientes vitales para mantener la salud del sistema nervioso y la función cognitiva. Las fuentes animales como carne magra, pescado y huevos son ricas en vitamina B12, mientras que el ácido fólico se encuentra en altas concentraciones en verduras de hoja verde, legumbres y cereales fortificados. A nivel cerebral, estos nutrientes juegan un papel importante en la reducción de homocisteína, un aminoácido que en exceso se ha asociado con un aumento del riesgo de padecer demencia y enfermedad de Alzheimer.

FIBRA: EL AS EN LA MANGA PARA LA DIGESTIÓN Y MÁS ALLÁ

FIBRA: EL AS EN LA MANGA PARA LA DIGESTIÓN Y MÁS ALLÁ

A menudo subestimada, la fibra dietética es un componente esencial para la salud digestiva, que también tiene un impacto beneficioso sobre la regulación de la glucosa y el colesterol en sangre. Además de su conocida capacidad para combatir el estreñimiento, común en las personas mayores, alimentos ricos en fibra como las legumbres, avena y frutas con piel, contribuyen a un mejor control del apetito y el peso, lo que es vital para prevenir enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.

AGUA: LA IMPORTANCIA DE LA HIDRATACIÓN

AGUA: LA IMPORTANCIA DE LA HIDRATACIÓN

La hidratación es un aspecto que se debe vigilar con especial atención en los mayores. Con la edad, los mecanismos de sensación de sed pueden llegar a estar menos afinados, lo que incrementa el riesgo de deshidratación. Además, el agua es importante en la previsión de infecciones urinarias y la correcta función renal, así como en la regulación de la temperatura corporal. Beber suficientes líquidos, como agua, infusiones y caldos, es vital, y las frutas y verduras con alto contenido en agua, como melón, sandía o pepino, también ayudan a mantener una buena hidratación.

La combinación estratégica de estos alimentos en la dieta puede ser un baluarte contra el paso del tiempo, no solo en un sentido físico sino también mental, ayudando a preservar la autonomía y calidad de vida de los mayores. Al mismo tiempo, la integración de una dieta equilibrada con la actividad física adecuada y la estimulación cognitiva forman un triángulo esencial para un envejecimiento activo y saludable.

En resumen, la alimentación es una herramienta poderosa a nuestra disposición para cuidar de nuestra salud en la tercera edad. Una dieta rica en nutrientes esenciales, combinada con un estilo de vida activo, puede hacer una gran diferencia en cómo nuestros mayores enfrentan los desafíos propios de su edad. Asesorarse con profesionales de la nutrición y la salud es siempre recomendable para adaptar estas pautas a las necesidades individuales de cada persona.

Diego Disese
Diego Disese
Apasionado por la gráfica y la comunicación. Trato de explorar el por qué, el para qué, el dónde, el quién y el cómo de los hechos, ya que es un compromiso con la verdad. Y la verdad lo es todo.

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