viernes, septiembre 26, 2025

Tratamientos para cicatrices según su tipo, explicado por un dermatólogo

Las cicatrices son una consecuencia del proceso natural de reparación de la piel tras una lesión, cirugía, quemadura o afección inflamatoria como el acné. Aunque son parte de la respuesta fisiológica del cuerpo, su apariencia puede variar significativamente según el tipo de cicatriz y las condiciones de curación.

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Entre las más frecuentes se encuentran las cicatrices hipertróficas, que se elevan por encima del nivel de la piel sin sobrepasar los límites de la herida original; las queloides, que se extienden más allá de la zona afectada; y las atróficas, como las causadas por el acné, que generan hundimientos en la superficie cutánea.

La prevalencia de cicatrices persistentes es elevada. Investigaciones publicadas en The Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology indican que hasta el 91% las personas con acné moderado o severo desarrollan algún tipo de cicatriz facial. En el contexto quirúrgico, se estima que entre el 40% y el 70% los pacientes presentan cicatrices visibles durante el primer año posterior a la intervención.

El Dr. Javier Pedraz, dermatólogo de IML CLINIC, señala que «los tratamientos deben adaptarse a las características específicas de cada cicatriz, considerando factores como su localización, color, textura y evolución». Entre las técnicas disponibles, destacan los láseres fraccionados, que estimulan la producción de colágeno o las infiltraciones de corticoides, indicadas especialmente en cicatrices queloides o hipertróficas.

Una parte fundamental del abordaje clínico incluye la protección adecuada de la zona afectada, ya que ciertos factores externos, como la exposición solar sin protección, pueden alterar la pigmentación de las cicatrices y dificultar su tratamiento. En este sentido, el Dr. Pedraz subraya la importancia de la «fotoprotección como medida preventiva antes y después de cualquier procedimiento dermatológico», especialmente en verano, cuando la exposición solar aumenta. 

Gracias a los avances en dermatología, hoy es posible minimizar la visibilidad de muchos tipos de cicatrices y mejorar su integración con el tejido circundante. Los tratamientos y abordajes actuales ofrecen una notable mejoría estética y funcional, contribuyendo también al bienestar de quienes las presentan. 

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