Están por todas partes: en gimnasios, competiciones y supermercados. Las bebidas isotónicas se presentan como aliadas del rendimiento físico, pero ¿sabemos qué las hace realmente eficaces y si su consumo está justificado en todos los casos?
Aunque su imagen suele asociarse a hábitos saludables, no todas las bebidas deportivas son iguales ni están recomendadas para cualquier persona o circunstancia. Desde Olympia Quirónsalud, expertos en salud deportiva explican cinco aspectos fundamentales para entender qué son las bebidas isotónicas y cuándo conviene tomarlas.
1. La composición marca la diferencia
Una bebida se considera isotónica cuando su concentración de azúcares y electrolitos (como sodio, potasio y cloruro) es similar a la del plasma sanguíneo. Esta proporción permite una rápida absorción por parte del organismo, favoreciendo la rehidratación tras esfuerzos prolongados.
2. No todo lo «deportivo» es realmente isotónico
Muchos productos etiquetados como bebidas deportivas no cumplen con esta fórmula. Algunas contienen un exceso de azúcar o carecen de minerales esenciales, por lo que actúan más como refrescos que como rehidratantes eficaces. Leer la etiqueta es esencial para evitar caer en el marketing.
3. No sustituyen al agua
Su uso no debe generalizarse. En personas con bajo nivel de actividad física, estas bebidas pueden aportar calorías vacías y sodio innecesario. Para la mayoría, la hidratación adecuada sigue basándose en el consumo de agua.
4. Están pensadas para esfuerzos intensos
Las bebidas isotónicas son útiles cuando se realizan entrenamientos largos o intensos, especialmente en condiciones de calor. En actividades moderadas o de corta duración, como caminar o hacer una clase suave en el gimnasio, no son necesarias.
5. Contraindicadas en menores
El consumo de estas bebidas en niños y adolescentes no está recomendado. Su alto contenido en azúcar y sodio puede aumentar el riesgo de caries, obesidad o hipertensión a largo plazo. En estas edades, la mejor hidratación sigue siendo el agua y una alimentación equilibrada.
Las bebidas isotónicas no son peligrosas si se consumen con criterio, pero sí pueden ser contraproducentes si se toman sin necesidad. Antes de optar por una de estas bebidas, pregúntate si realmente la necesitas… o si simplemente tienes sed, advierten desde Olympia Quirónsalud.