Para millones de mujeres en el mundo, el momento más liberador del día es llegar a casa y quitarse el sujetador que han tenido que llevar puesto durante la larga jornada laboral. En la actualidad se estima que un 80% de las mujeres utilizan esta prenda de vestir por un periodo de tiempo de 8 a 10 horas.
Con tanto tiempo comprimiendo los senos, es normal que muchas se sientan liberadas al poder retirárselos y así descansar mejor. Especialmente si se tiene en cuenta que la mayoría de las veces, la talla del brasier elegido no es la correcta. Pero, ¿Qué tan cierto es que deberías dormir con sujetador?, ¿tiene realmente esto un beneficio para ti?. Quédate a descubrirlo.
El sujetador: útil pero no siempre cómodo
Desde que el sujetador fue creado, después del uso por largos años del corsé, este ha ganado una gran popularidad y se ha convertido en una pieza infaltable en el look de la mujer moderna.
En sus inicios, esta era una prenda que se consideraba algo fuera de lugar, ya que mostraba mucha piel; y por ello se usaba sobre todo en las esferas de las estrellas de cine. Con el tiempo su aceptación se globalizó y lo normal es que, en la actualidad, la gran mayoría de las mujeres los utilicen.
Aunque esta prenda, diseñada para levantar y dar forma al pecho, cumple una importante función para las mujeres con respecto a estética y comodidad, lo cierto es que muchas de ellas se sienten algo incómodas cuando lo llevan puesto; y la elección de la talla incorrecta y el tipo de tejido con el que está confeccionado, suelen ser los principales motivos.
