Alrededor de 50 millones de personas en todo el mundo sufren de demencia, dos tercios de ellas de Alzheimer o algún tipo de demencia. La buena noticia es que todo el mundo puede prevenir la demencia y reducir significativamente el riesgo de demencia a través de un estilo de vida saludable.
Come sano
Una dieta sana y equilibrada es fundamental para prevenir la demencia y el Alzheimer. La nutrición está estrechamente relacionada con el mantenimiento del rendimiento mental. Principalmente porque puede prevenir enfermedades que promueven la demencia como la diabetes o la presión arterial alta.
Una dieta mediterránea equilibrada reduce el riesgo de demencia y alzhéimer. En consecuencia, el menú debe incluir muchas verduras, frutas, aceites de alta calidad, productos integrales, arroz, papas y pescado.
Evita los alimentos precocinados, mucha sal, productos lácteos y alimentos con alto contenido de grasa y azúcar. La proporción de ácidos grasos poliinsaturados (pescado, aceite de oliva virgen extra, pan, pasta, patatas, arroz) y ácidos grasos saturados en la dieta también puede tener un efecto preventivo.
La grasa insaturada reduce el colesterol LDL en la sangre, lo que reduce el riesgo de que los vasos del cerebro se calcifiquen. Los ácidos grasos omega-3 (atún, caballa, gallineta nórdica) también son importantes porque favorecen el desarrollo del cerebro al aumentar los contactos entre las células nerviosas.
Controla tu peso regularmente. El sobrepeso es uno de los factores de riesgo bien conocidos del Alzheimer. Así que asegúrate de mantener tu peso normal.
